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Hola:

Patricia y Luis, Luis y Patricia: tanto monta, monta tanto, es decir, montándonos cuanto nos da la gana… y el cuerpo lo permite –con los años menos, pero mejor-; el dónde, cuándo y cómo es cosa nuestra.

Llevamos 34 años compartiendo nuestras vidas (32 de ellos casados), razonablemente bien conservados y achuchando a nuestros hijos para que nos hagan abuelos –para mimar a los nietos y cabrearles a ellos-

Heterosexuales los dos –cada cual sea lo que quiera-, lo de los “intercambios” ya lo hicimos cuando teníamos entre 6 y 10 años: de cromos de la época, de los que salían en los chicles Dunkin y similares, que entonces, hasta había chicles diferenciados por sexos.

De intercambios –de pareja-, no buscamos, ni personas para tríos o cuartetos o para orquesta y coro que entone la sinfonía de sonidos del orgasmo, aunque el dicho es: “nunca digas de esta agua no he de beber… ni este cura no es mi padre”.

En la cama –o donde nos apetece-, sin problemas ni viagra –prohibida por mi infarto- pero a ambos nos excita, desde hace años, esto de ver vídeos en los que otros hacen lo mismo que nosotros, bien los dos juntos o en solitario y en ocasiones nos han estimulado hasta el punto de, juntos o en solitario –pero casi siempre viéndonos- alcanzar el orgasmo.

Cuando estábamos embarazados de nuestro primer hijo, a Patricia se le ocurrió que le sacara fotos para comparar el antes, durante y después de su cuerpo; tanto vestida como si fuese monja de clausura -es lo que tienen los vestidos de premamá-, como desnuda igual que Eva.

De las fotos pasamos a los vídeos, casi todos familiares y entre 5 y 7 al año grabando nuestros momentos de intimidad –al igual que con bastantes fotos-.

Al principio por aquello del comparar cómo lo hacíamos antes y después -ni os cuento a quienes no sois padres lo difícil que es cuando se está muy próxima al parto-, y luego por el morbillo que nos daba vernos y llamarnos uno a otro "guarrete", no por serlo -nada de guarro hay en el sexo-, sino como palabra clave entre nosotros invitándonos a volver hacerlo.

Ni unos ni otros colgaremos, aunque ya hace algún tiempo que intercambiamos alguna foto, de modo excepcional, con alguna pareja –en fotos sé cómo hacer que no se nos identifique, en videos no- y por privado: a ambas partes nos excita y si es mucho pues… hasta el orgasmo –que brindamos, como toreros, a los protagonistas-.

Ya pondremos vídeos en favoritos; ordenados –soy de números-. Patricia los que a ella le estimulan y otros que le recuerdan a nosotros y yo otro tanto, y ambos, pues conjuntos, de los que nos estimulan y nos recuerdan a nosotros.

Y también colgaremos alguna historia –inventada: me gusta escribir, aunque en ellas… siempre hay un fondo de lo vivido-

Poco más que deciros: que lo disfrutéis lo que podéis, cuanto más mejor y que si sois más jóvenes ¡tranquilos!, que esto de disfrutar del buen sexo dura desde el primer día en que uno se masturba, hasta el último aliento.