zaporn.net
De campamento

De campamento

Las pasadas vacaciones fuimos de campamento a un bosque cercano a la ciudad. Asistieron mis dos primas con sus esposos y sus respectivos hijos, mis sobrinos. Mis sobrinos tienen la misma edad aproximada que yo, la más chica tiene 19 años, yo 24.

Bueno, mi sobrina Laura llevó a su novio Toño al campamento, al cual conozco desde hace varios años. En fin, los papás de Laura son un poco celosos, por lo cual Laura y Toño nunca están solos, ni en casa de Laura, ni mucho menos, en el campamento. Así que los pocos momentos que tienen para estar a solas pues ya se imaginaran los fajes que se ponen. Una vez instaladas las casas de campaña me tocó compartirla con Toño, lo cual no significaba ningún problema para mí.

Ese día jugamos a las escondidillas, el último juego me tocó a mí buscar, ya estaba oscureciendo, así que me di prisa, me adentre en el bosque hasta llegar a un pequeño arroyuelo. Allí estaban Laura y Toño en pleno faje, Toño la tenia contra un árbol mientras le metía mano por debajo de la blusa a las tetas, Laura solo se dejaba querer. Me escondí tras otro árbol sin hacer ruido, la escena me parecía bastante excitante, pues mi fantasía siempre ha sido tener sexo en un bosque. En fin, Toño de dio la vuelta a Laura quedando el trasero de ésta a la altura de la verga de Toño, que ya hacia un buen bulto sobre sus pantalones. Laura paraba el trasero y Toño le propinaba tremendas embestidas. Lejos, detrás de mi escuché pasos, para mi sorpresa era el papá de Laura, así que grite “un, dos, tres por Laura y Toño” asustadísimos dejaron de hacer aquello, la verdad me pareció muy cómico. A ellos seguramente se les bajó la presión!

Ya en la noche cuando nos fuimos a dormir Toño y yo comenzamos a platicar, él me dijo el tremendo susto que les propiné, nos reímos mucho.

Toño.- Nos viste? -Me preguntó
Yo.- Sólo vi la mano de Laura. Mentí
Toño.- Ah! Ok. Es que Laura se sacó de onda, cree que viste algo.
Yo.- Pues no vi nada, pero imagino lo que estaban haciendo, yo haría lo mismo.
Toño.- Si, no inventes, ya estábamos bien prendidos. Que bueno que nos encontraste.
Yo.- hahaha eso crees?
Toño.- Si wey, ya venía mi suegro a buscarnos, de hecho creo que regañó a Laura.
Yo. – Si, eso creo. Y… apoco no han empalado tú y Laura? –le pregunté.
Toño.- No wey, mis suegros siempre están de metiches.
Yo.- Pero cuando salen, apoco no has querido irte a un motelito.
Toño.- La neta sí, pero Laura no quiere, tiene miedo.
Yo.- Pero esas calentadas que se meten no son buenas. -Nos reímos un rato.
Toño.- Pues no, de hecho me quedé bien caliente, ya me duelen los huevos.
Yo.- Pues hazte una chaqueta- le sugerí.
Toño.- Como crees, ni modo que enfrente de ti.
Yo.- Hahaha muy penoso – le dije.

La verdad aquella plática me estaba prendiendo e intentaba hacer algo con Toño, pero no podía decirle directamente, así que estaba tanteando el terreno, para ver hasta donde se podía llegar.

Toño.- Ya duermete pervertido- me dijo, nos reímos y nos dispusimos a dormir.

Nuestra casa de campaña estaba más lejos que las del resto de la familia, las habíamos dispuesto todas alrededor de la fogata, pero nuestra casa era muy grande, para seis personas, así que no había espacio suficiente para la nuestra, por lo que buscamos un lugar, lo cual nos llevó como cinco o seis metros del resto de la familia.

Después de que nos dispusimos a dormir comenzó a hacer mucho viento, la temperatura bajó rápidamente, yo tenía una amplia cobija, pero Toño sólo una sabana. Después de un rato de aguantar el frió me pidió que compartiera mi cobija con él, a lo cual dije que sí. La verdad hasta yo tenía mucho frío, así que estábamos muy juntitos, muy arropaditos. Después de un rato me di vuelta, dando la espalda a Toño, arqueé un poco mi cuerpo de tal forma que Toño pudiera sentir mi trasero, como a los cinco minutos sentí como Toño se daba vuelta también, poniendo su pecho contra mi espalda- Hace frió dijo- y con ese pretexto acercó aun más su cuerpo al mió. Podía sentir el bulto de su verga contra mi trasero, eso me estaba excitando. Fingí acomodarme mejor y tallé mi trasero contra su verga, él aun la tenía flácida, pero como por arte de magia comenzó a ponerse dura. De un momento a otro sentí tremenda verga palpitando en mi trasero, yo me acercaba aun más a su cuerpo, no decíamos nada, permanecíamos en completo silencio, sintiendo como nuestra respiración se hacía más y más rápida.

Yo no estaba seguro de dar el siguiente paso, no sabía como reaccionaría él. Después de un rato le dije en voz muy baja – Si que te dejó caliente Laura- él sólo asintió levemente, después pase mi mano derecha por mi trasero, y toqué su verga, delgada, grande y caliente, él no hizo nada que me hiciera pensar que no le gustaba aquello. Cuando me di cuenta de eso, me di la vuelta y quedamos frente a frente, él tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta, parecía pedir a gritos un beso y un culito en el cual poner su erección. Me acerqué a su boca y él abrió los ojos, por breves segundos nos miramos fijamente y después él se acercó a mi y me besó. En ese instante ya todo estaba dicho, no habría ningún problema con lo que estábamos haciendo, a él le gustaba tanto como a mí. Todos nuestros movimientos eran sumamente cuidados, pues no queríamos hacer mucho ruido, a pesar de que el ventarrón seguía y difícilmente podrían oírnos, aún así, teníamos cautela.

Mientras lo besaba desanudé la agujeta del pantalón de su pijama y metí mi mano para sentir la verga que tenía, estaba caliente y palpitante, pidiendo una buena mamada. Estuve jalándosela por un buen rato mientras nos seguíamos besando, él no hacia nada con sus manos, solo me abrasaba, tomé su mano derecha y la dirigí justo a mi entrepierna, pues mi verga también tenía ya tremenda erección. Cuando Toño sintió mi verga retiró un poco su mano, pero yo se la acerque nuevamente e hice que comenzará a jalármela, después del segundo jalón perdió la vergüenza y comenzó a hacerlo sin mi ayuda.

Después de varios minutos bajé mi pantalón hasta las rodillas para que Toño pudiera hacer mejor su trabajo e hice lo mismo con su pijama. Mientras le besaba el cuello y sentía como su cuerpo se estremecía y como soltaba pequeños gemidos le quité el suéter y le fui directo a sus pezones que ya estaban duros como piedras, los chupé y los mordí suavemente, sentía como la espalda de Toño se arqueaba en un rito de placer, baje por su abdomen – bien marcado, por cierto- hasta llegar a su verga palpitante, sin más la puse en mis labios y comencé a mamársela lentamente, mientras, con mi mano izquierda apretaba sus pechos y pellizcaba sus pezones. Saqué su verga de mi boca y me acerqué a su oído, lo lamí y metí mi lengua dentro de él, Toño simplemente no podía más con tanto placer. En un arranque de vanidad, le susurré –seguro que esto no te lo hace Renta. Él apenas podía hablar, pero negó entre gemidos. Le pregunté –quieres metérmela o te la meto yo?- Yo te la meto, me respondió.

Me puse de lado nuevamente, escupí en mi mano y llevé saliva a mi ano introduciendo dos dedos, él se acercó y escupió en su verga. Puso la cabeza de su verga en mi culito y la metió lentamente, la verdad no me dolió, la verga de Toño no es especialmente gruesa pero sí larga. Me tomó por la caderas y comenzó a moverse dentro de mi, metía y sacaba, cada vez más rápido, subí mi perna al aire para que Toño metiera más su verga dentro de mi culo, mientras con una mano sostenía mi pierna con la otra me masturbaba y jugaba con mis huevos. Toño gemía cada vez más rápido y más fuerte, así que me saqué su verga e hice que se acostara de espaldas al piso, yo me senté sobre su verga, después de un rato de brincar sobre ella, mientras con la mano tapaba la boca de Toño, lo que al parecer le excitaba mucho, me recosté sobre él y lo besé mientras él hacia intentos por mantener su verga dentro de mi culo y moverse al mismo tiempo. Al parecer aquella posición no le era favorable para cogerme, entonces me tumbé bocabajo a un lado de él y entendió el mensaje, se fue a mi espalda y me la metió con más facilidad, yo levantaba levemente mi trasero. Después de un rato me dijo entre gemidos que estaba a punto de venirse, y le dije que no se saliera, él así lo hizo y sentí buenos chorros de esperma en mi culo mientras él mismo se ponía una mano en la boca para callar su placer. Quedamos recostados recuperando el ritmo de la respiración. Me dijo- Nunca había hecho esto antes, yo no soy gay- Yo acaricie su pecho y le dije – No te preocupes, cuando uno esta caliente hace cosas que nunca pensó hacer, además nadie se va a enterar…

Nos acomodamos nuevamente para dormir, nos abrazamos y nos metimos bajo la única cobija, la ventisca aumentó de intensidad al punto en que creí que pronto saldríamos volando de allí, cerca del amanecer todo se calmó de nuevo. Despertamos temprano, cuando salimos de la casa su suegro ya estaba preparando el café, por lo que nos acercamos a él y platicamos sobre la horrible noche. Toño y yo nos mirábamos con cierta complicidad, después de todo aún faltaban dos días de campamento.

Como les había contado anteriormente esa primera noche fue muy extraña. Al despertar el papá de Laura estaba preparando el café para todos, así que nos acercamos a ayudarle, al ver que había poca leña para el fuego, fuimos a buscar más. Nos adentramos en el bosque, hacia un poco de frío y como la noche anterior hizo mucho viento había ramas de árboles tiradas por todas partes, así que no tardamos mucho en regresar. Mientras recogíamos leña no decíamos nada, yo esperaba que Toño me dijera algo, pero nada salió de su boca.

Una vez que teníamos suficiente leña regresamos al campamento, cerca de llegar Toño me dice- Esta noche otra vez? A lo que conteste afirmativamente. Llegamos al campamento y ya todos estaban despiertos y haciendo movimiento para ir a lavarse y preparar el desayuno, pues mis sobrinos más pequeños querían ir a nadar inmediatamente. El día pasó con normalidad, fuimos al río a nadar, jugamos béisbol, regresamos a comer y varias cosas más. Después de la comida regresamos al río, como era normal Toño estaba con Laura, y como los papás de está se habían quedado en el campamento pues ellos aprovecharon para alejarse del grupo a dar un buen faje. Laura tiene un muy buen cuerpo, he de confesarlo, tiene unas caderas muy sensuales y unas nalgas bien paraditas y firmes, una cintura de avista, de tetas no tiene mucho, pero sí una cara muy linda. Así que imagino que Toño se daba rienda suelta jugando con las nalgas de Laura y con sus tetitas. Después de un buen rato aparecieron nadando río abajo hacia donde estaba el resto de nosotros, salieron del agua muy tomados de la mano y al parecer muy enamorados, lo cual es normal. A mi en realidad me dio igual, después de todo no disputaba el amor de Toño, ni mucho menos.

Cerca de las seis de la tarde regresamos al campamento, nos secamos y nos dispusimos a cenar, todos formamos un círculo alrededor de la fogata y comimos tranquilamente. Entre las platicas mis sobrinos decían que qué habíamos hecho Toño y yo en la noche, que porque Toño no traía cobija, respondimos que pasamos la noche abrazados, siempre en tono de broma, pues mi familia ni enterada de que soy gay, y mucho menos de que lo que decíamos había sido cierto. Estuvimos hasta entrada la noche, cantando y contando historias de terror. Cerca de las dos de la mañana todos nos dispusimos a dormir.

Me fui a nuestra casa de campaña y me puse la pijama, la verdad el solo pensar en lo que pasaría hizo que se me parara la verga, me acosté y esperé a que Toño entrara. Después de cinco minutos él entró, la oscuridad era total, pero podía ver claramente su silueta y él sabía que lo estaba viendo y sabía lo que esa noche pasaría. Lo vi quitarse su pantalón y playera, sólo quedó en calzoncillos, un bóxer tipo short, pude notar un ligero bulto que crecía cada vez más, sin duda aquello le excitaba tanto como a mí. Y no es que él sea gay, más bien porque todo lo hacíamos a hurtadillas y por saber que a seis o siete metros su novia estaba durmiendo en la tienda con sus padres. En fin, Toño terminó de ponerse su pijama y se acostó junto a mí, tratando de no tocarme, yo me estaba excitando cada vez más y mi respiración se hacía más rápida, trate de disimularlo y comencé a platicar con él.

Yo.- Qué tal el día?
Toño.- Bien, muy bonito el río.
Yo.- Hasta donde se fueron, tú y Laura?
Toño.- No muy lejos, estuvimos nadando un rato.
Yo.- Si claro, nadando…
Toño.- hahahaa bueno, nadando y fajando.
Yo.- Como es normal.
Toño.- Si wey, no se porque pero hoy me desperté muy cachondo y tenía unas ganas de que me la mamara… perdón wey, es tu sobrina…
Yo.- No te preocupes, yo te entiendo, es normal, también soy hombre, recuerdas? Y, que pasó?
Toño.- Pues no logré nada. Cuando estábamos fajando bien intenso pues se me paró, como es normal y Laura metió su mano y me la estuvo sobando, yo le metí dos dedos en su pepa…

Toño se calló, no se sentía muy cómodo hablando de lo que hacía con Laura, pues de pronto recordaba que es mi sobrina, yo le insistía que no se fijara en eso, después de un rato entró en confianza y ya hablaba sin pelos en la lengua.

Toño.- Nos salimos del agua y nos recostamos en el pasto, atrás de unas piedras enormes. Nos seguimos besando y cachondeando, la puse bocabajo y le di unos arrepegones con mi verga, yo ya estaba bien prendido, y creo que ella también le metí los dedos en la pepa y ya la tenía bien mojada.
Yo.- Pues claro, hasta yo ya me estoy poniendo cachondo…
Toño.- hahaha… obvio no se la iba a meter, pero ella pensó que sí, tal vez, y me paró en seco, se dio la vuelta y nos quedamos de ladito, ella me la seguía sobando, en un arranque de calentura me saqué la verga del traje que baño, Laura se sorprendió y se sentó, yo me quedé recostado con la verga al aire, le insinué que me la mamara, pero se m*****ó y se metió al río otra vez. Yo me saqué de onda y fui tras ella.
Yo.- Y que pasó, se pelearon?
Toño.- Pues ella se m*****ó y bueno, al final nos reconciliamos. Pero eso pasa cada vez que quiero algo más, se enoja y se va, dice que solo la quiero para coger y no se qué, no mames, tenemos casi 4 años de novios!!
Yo.- hahahaa tienes razón. Así que andas muy caliente?- diciendo esto puse mi mano sobre su verga que estaba bien parada.
Toño.- Algo- me dijo.

Me metí debajo de la cobija que compartíamos, le bajé los pantalones y comencé a mamársela. Otra vez sentía esa verga en mi boca, delgada y sin circuncidar, movía su pellejito de arriba abajo, le daba lengüetadas y pequeñas mordidas a la cabeza de su verga. Con la mano derecha jugaba sus bolas y de vez en cuando las llevaba a mi boca y se las chupaba, mientras con la otra mano jugaba por su pecho, él cerraba los ojos y ahogaba los gemidos lo más que podía. El ver como se retorcía me excitaba aún más y se la mamé con más fuerza, cuando sentí que ya se venía aumente la velocidad de las mamadas y recibí su leche en mi boca, la trague casi toda, dejé un poco en mi boca, calentándola, me acerqué a su boca , le di un beso y le pase su esperma caliente, él no sabía que hacer pero se lo tragó.

Yo.- Eso querías que te hiciera Renatita?
Toño.- Pufff sii… contestó entre suspiros.
Yo.- Aun hay más, esta noche me toca a mi. Le dije.

Le di la vuelta, dejando bocabajo, él no puso resistencia, sería por lo aturdido que había quedado después de la mamada o porque realmente quería ser penetrado, no lo sé. Me hinqué entre sus piernas y le quieté el suéter, y le acaricie toda su espalda, dando besos y enguatadas al hacerlo él sólo gemía lentamente y se retorcía. Llegué hasta su espalda baja, lo acaricie lentamente con mis manos hasta llegar a sus nalgas, las tomé entre mis manos y las apreté, se las mordí suavemente. Sus nalgas eran vírgenes, blancas, sin bello, suaves. Pasé mi mano por entre sus nalgas lentamente, después me acerqué más y comencé a lamer su culito, estaba apretadito y lo apretó aun más al asentir mi lengua sobre él, arqueó su espalda subiendo aún más ese culito rico, yo metí mi lengua lo más que pude dentro de él. Me acerqué a su oído y le pregunté si le gustaba, él respondió que si, que siguiera.

Con mis manos abrí sus nalgas de par en par, dejando su rosado culito al descubierto, dejé caer un hilo de saliva sobre su culo y mi dedo medio tomó protagonismo entonces. Se lo metí lentamente, dando círculos, lo metí hasta la mitad y lo sacaba, le di mas lengüetazos mientras le metía el dedo, pronto otro dedo quería probar también las delicias de aquél culito virgen. Le metí dos dedos mientras le seguía chupando el culo, con la mano libre le abría aun más el culo. Yo ya tenía la verga a punto de explotar.

Jalé a Toño de los pies hacia el centro de la casa, que como era para seis personas y sólo estábamos nosotros dos, nos sobraba espacio. Me quité la pijama, me acosté en sentido contrario al de Toño, formando un 69, Toño, cuando vio mi verga frente a su cara, no sabía que hacer. – Qué, te vas a poner de nena, como tu novia? Le dije. Con un poco de pena e inexperiencia metió mi verga en su boca y comenzó a mamármela. Toño trataba de hacerme lo mismo que yo hacia con su verga dentro de mi boca, le daba lengüetazos y pequeñas mordidas, pronto se convirtió en un experto. Así estuvimos varios minutos hasta que sentí que estaba a punto de explotar y con un movimiento rápido clave mi verga dentro de la boca de Toño y exploté en chorros de leche que casi causan que Toño se ahogara. – Cométela, le dije, el me obedeció y se la tragó. Al poco rato yo hacia lo mismo con su leche. –Ahora si te voy a romper el culito Toño- le dije. Lo puse bocabajo, le abrí las piernas, con mis manos le abrí las nalgas, escupí en su culo, le metí el dedo, su culo ya estaba bastante dilatado, listo para recibir mi verga.

Escupí sobre mi verga, dispersé la saliva sobre ella y puse la cabeza de mi verga en la puerta de su culo. –Ahora sí Toñito- le dije- ya seremos más familia. Lentamente le metí la verga, él gimió de placer. Era maravilloso ver como su culo se abría dejando pasar mi verga. Cuando ya tenía toda mi verga adentro, lo dejé descansar, después de varios segundos la saqué lentamente, el placer era tremendo.

Lo hacia despacio porque no quería lastimarlo, recuerdo que mi primera vez fue muy doloroso, y no quería que fuera así para él, independientemente de que sea gay o no.

Después de la primera vez que la saqué comencé a metérsela más rápido, haciendo movimientos giratorios con mi cadera, lo tomé de los hombros para tomar impulso y metérsela hasta el fondo, Toño sólo gemía con cada arremetida, y movía su cabeza de un lado a otro mordiéndose los labios. –Te gusta papi, te gusta lo que te hace tu tío? Le preguntaba, él sólo gemía de placer. Me recosté sobre su espalda, pase mis brazos por debajo de su cuerpo abrazándolo por completo, abrí mis piernas y las entrelacé con las suyas, él extendió sus manos y me tomó de las nalgas, apretándolas cada vez que sentía mi verga dentro, curvó su espalda y levantó las caderas, haciendo más fácil que se la metiera. Mientras yo le besaba el cuelo, mordía sus orejas y le decía cosas al oído. Después de un rato me di la vuelta quedando de espalda al piso y Toño de espalda sobre mi pecho. Sin que dijera nada Toño apoyó sus brazos sobre el piso a cada lado de mi cuerpo, recogió sus piernas y quedó sentado sobre mi verga, él solo subía y bajaba, bombeaba y gemía de placer, mientras con mi mano derecha yo le hacia una paja.

Aquello parecía un sueño, nunca me imagine estar cogiendo en una casa de campaña, rodeado de mi familia y menos con el novio de una de mis sobrinas, pero así son las cosas de la vida, así que a disfrutar le momento. Cuando noté que Toño se había cansado de aquella posición le di una nalgada y se incorporó, ahora él se acostó de espalda al piso, yo me hinqué entre sus piernas, me mamé la verga unos segundos y me dispuse a metérsela nuevamente, le metí solo la cabeza y puse sus piernas sobre mis hombros, abracé sus piernas contra mi pecho y se la metí hasta el fondo, Toño trataba de no hacer ruido mordiendo sus labios, yo podía ver sus pezones duros como piedra y como él mismo se los pellizcaba. Era realmente muy excitante. Solté sus piernas y sin sacarle la verga nos pusimos de lado, en la misma posición en la cual la noche anterior el me la metiera a mi, levante su pierna con la mano derecha mientras él se jalaba la verga. Toño tallaba su cabeza contra mi cara y buscaba la forma de besarme, yo le besaba el cuelo y le mordía la oreja mientras le decía muy despacio- te gusta papi, si? e gusta lo que te hace tu tío? Te gusta cómo te coge? A lo que él respondía entre gemidos que sí.

Después de varios minutos me dijo que ya se venía, él quería que se la sacara, pero lo abracé fuerte contra mi cuerpo y mientras el se la jalaba yo lo cogía más rápido, metiendo mi verga hasta el fondo de su culo, el se vino en varios chorros de leche caliente y blanca que cayeron sobre el piso de la casa de campaña, Toño ahogó un suspiro y un grito de placer cuando coloqué mi mano sobre su boca, mientras los chorros de leche salían de su verga y su cuerpo entero quedaba sin fuerzas, su cuerpo se torno completamente dócil, Toño había alcanzado la cumbre del placer. Yo seguí metiéndosela por un rato hasta que me vine dentro de su culo. Abracé a Toño contra mi cuerpo y así permanecimos mucho rato, hasta que mi pene perdió la erección y salió lentamente del culo de Toño, estábamos completamente empapados en sudor y en jugos corporales, la casa estaba llena de olores, a sexo, a semen, a sudor, era una mezcla excitante pero penetrante. Nos separamos, Toño se vestiría para ahora si dormir, cuando lo vi desnudo, la libido subió nuevamente, al ver el esperma suyo sobre el piso de lona me acerqué a Toño, lo abracé y lo besé. Lo tomé del cuello y le dije –recógelo- el me miró fijamente a los ojos un poco extrañado, le bajé la cabeza con más fuerza y le repetí- comételo. Por alguna extraña razón me hizo caso, se agachó y chupó del suelo su propio semen, cuando lo recogió todo, lo levanté y le di un beso, aún tenía en su boca el sabor del semen, fue algo completamente excitante. Le sugerí que saliéramos a lavarnos al río, él accedió, nos pusimos las pijamas, abrimos la casa lo más lentamente posible y salimos. La noche era hermosa, no hacia frió como en la noche anterior. Fuimos al río que estaba en completa calma, nos desnudamos y enjuagamos nuestros cuerpos, nos vestimos y regresamos a la casa sin hacer ruido. Aquella noche dormimos desnudos y abrazados hasta el amanecer, embriagados por el más excitante sexo…
Published by Calenton87
9 years ago
Comments
3
Please or to post comments
me gustaria ir de campamento asi xD
Reply
Hasi quiero ir a camper
Jay
Reply
Que rica historia
Reply