zaporn.net
CUANDO LOS CUERPOS SE BUSCAN

CUANDO LOS CUERPOS SE BUSCAN

Por Adriana Carla

Las personas pueden ser muy cachondas, sobre todo cuando no están teniendo relaciones sexuales con su pareja. Esto pasa mucho en el caso de algunas mujeres que ya se encuentran en los 72 años de edad. Quizás por razones obvias están descuidadas por sus parejas porque la virilidad en muchos hombres de la tercera edad decae o casi no existe. No ocurre en todos los hombres, por supuesto.

La mamá de mi vecina era justamente una de esas mujeres. Insatisfecha, recurriendo solo a la masturbación, sin embargo, la calentura de ella era demasiado y no bastaba con ello.

Las pocas veces que me encontré con ella demostraba tener mal humor. Yo prefería no saludarla, ya que muchas veces no devolvía el saludo. Pero su rostro mostraba que en cierto modo algo guapa. Lo que sí me gustaba mucho era su culo y sus muslos, torneados y paradito, a pesar de su edad.

Durante mi vida, siempre que me ha gustado una mujer, Era la madre de uno de mis vecinos, así que tenía que ir con cuidado.
Busqué la manera más sutil e indirecta. Mis vecinos, una pareja joven, tenían un bebito y como ambos trabajan pues la abuela se encargaba de cuidarlo casi todo el día. Cuando la abuela, Ena, sacaba a pasar al bebe tenía que pasar por mi puerta y dirigirse de espaldas a ella hacia el ascensor. Siempre que salía de su departamento levantaba la voz en forma cariñosa dirigida al bebe. Tuve la impresión, no sé por qué de que buscaba mi atención, al parecer. Pues ella sabía que mi puerta tenía un ojo para mirar están cerca de ella.

Ya tenía claro lo que iba a hacer yo. No perdía nada si no funcionaba. Realmente deseaba a Ena. Y si tenía mal carácter podría ser la indicación de ser una mujer muy apasionada y caliente. Ese día ella salió y escuche su voz. Inmediatamente me acerqué a la puerta de mi departamento y miré por el ojo visor. Es obvio que ella tiene que haber sentido mis pasos y la presencia mía en la puerta. Ella iba con pantalón apretado, me encantó. Se puso de espaldas a mi puerta a tres metros. Aunque muchos lo niegan, varios científicos argumentan que una mujer puede percibir los deseos sexuales a distancia cuando la están mirando con deseo, aunque ella no los vea.

Solo hay una forma para lograrlo, y es que cuando la miraba por el visor de mi puerta me tocaba con ganas de gozarla. Debe haber sentido algo ella, la noté nerviosa e inmediatamente se agachó como para acomodar al bebe. Abrió las piernas y levantó el culo lo que hizo que me tocara mucho más.Para la segunda vez, cuando note que salía de nuevo Salí al mismo tiempo que ella y procedí a saludarla. Me devolvió el saludo con una sonrisa. Como me gustó eso. Para no llamar la atención salí a la calle a cierta distancia que ella. En la calle la seguí a una distancia prudencial, pero lo suficiente como para que ella se diera cuenta. Al parecer siempre iba a un parque muy cerca de donde vivíamos. Se sentó en una banca y me acerqué y me presenté, terminando con somos vecinos. Siéntese me dijo, la pasamos estupendo, conversando amenamente, riendo, yo lanzándole miradas indiscretas a sus senos y piernas. Todo quedó claro, ambos sabían que un día de estos follar como salvajes.

Ese día eran festivo. Todo el mundo solía salir fuera de la ciudad. Mis hermanos lo hicieron, partieron el viernes y estarían de vuelta el día domingo. Estaba tomando mi desayuno y siento que mis vecinos también salían. Al parecer también, salían de viaje llevando a su bebe. A los diez minutos escucho que alguien cierra la puerta de mis vecinos que ya no estaban. Cuando miro por el visor de mi puerta, sentí lujuria, era Ena que bajaba por el ascensor. Esperé en mi sala y apenas sentí que el ascensor se abría aproveche para salir y nos encontramos. Ella se acercó y le di un beso en la mejilla. Ella sonrió y me dijo, “te invito una taza de té”, yo dudé, y agregó “estoy sola hasta el domingo que regresará mi hija y mi yerno, vamos ven”. Entramos juntos a su departamento, mientras le decía yo también estoy sola, mi hermanos regresarán también el domingo, ella se rió y yo miré su cuerpo con deseo, sus ojos brillaban. Podía sentir mucha lujuria en ella. Luego de tomar el té, me dijo: “tomaré un baño, ya vengo”. Cuando salió lo hizo envuelta en una toalla que cubría su cuerpo desnudo y descalza. Ohh que rica estaba. Sacó una toalla y dijo: “date un baño, también.” Y así lo hice.

Cuando Salí del baño, ambos nos miramos y sabíamos bien lo que iba a pasar. Me senté a su lado y se notaba mi lujuria. Nos miramos, ella se mordía los labios. Tome una de sus manos e hice que apretara mi pubis. Yo estaba como loca, ya quería comérmela. Yo una mujer de unos 25 añosy ella una mujer de unos 72 años. Tenía una mirada suplicante. Bella, deseable. La jale despacio hacia mí un beso largo y profundo, nuestras lenguas se enredaban mientras su mano me hacia una hermosa paja. La miré, acaricié su rostro y la jale hacia mi coño, inmediatamente ella con su boca hambrienta se apoderó de ella y empezó a mamarla y chuparla de una forma muy golosa. Yo contenía el aliento, mientras los labio y la lengua de Ena se apoderaban de mi. Como me lamía y me mordisqueaba. Estuvimos así unos diez minutos, hasta que mi lujuria no podía más y la monté encima de mi sedienta y la froté con todas las ganas.
Ohhh mi perrita, mi perrita! Gritó ella. Balanceaba frenéticamente sus caderas y su rostro era salvaje y casi enfermizo de placer. Ena lo sintío y ambos llegábamos a las cimas del placer. Ambos explotamos juntas con besos y suspiros de alivio. Nos relajamos y cayo encima de mi pecho. La besé. “Eres adorable”, le dije. Miestras acaricibia su cabello y besaba sus senos. Ella solo dijo, “te quiero” y me besó intensamente. Ese día fue maravilloso compramos comida. Tiramos nuevamente como salvajes y me la tiré por el culo. Lo tenía estrecho. Me encantó verla caer desfallecida y casi desmayada.



Published by alexandre452545
1 year ago
Comments
Please or to post comments