Deseos

Esta narración siempre la hemos soñado alguna vez, ser pilladas por nuestras madres, vestidas
de niñas, con sus diferentes ropas, braguitas de hermanas, de nuestras madres de nuestras tias,
corses de nuestras madres o tias, o porque no, las medias que tanto nos acariciaban la piel mientras
las subiamos por las piernas y caminabamos con ellas; o porque no decir cuando nos poniamos
ademas de todo eso vestidos, blusas, combinaciones o incluso saltos de cama, ummmmm que
recuerdos y deseos.

Pues bien empezare a contaros una historia, una historia que bien puede ser cierta o deseosa
al leerla que nos hubiera gustado que pasara.

Yo era un chico, desde muy pequeño, criado al amparo de mi madre y mi tia, (no llege a conocer
a mi padre que se fue de casa cuando era un renacuajo), de esta forma, siempre estuve
viviendo en casa criado por dos mujeres, en este caso, mi madre y mi tia.

Yo desde pequeño, siempre veia cosas que para esa edad no me parecian raras, sino
acostumbrado a ellas, ver a mi tia y a mi madre desnudas, asearse, mear, cagar sin ningun pudor delante de mi, ver como se
ponian y quitaban los tampones y compresas. Como dije para mi todo normal, miraba y observaba
y nunca me decian nada ni me regañaban, pero siempre estaba en medio, jajjaj me gustaba verlo.

Así fuí creciendo, y poco a poco, se me fue acrecentando la idea de ser femenina, de
sentirme niña, de hacer aquellas cosas que estaba acostumbrado a ver, empece a pensar en como me sentarian esas braguitas de encaje, esas medias esas ropas con encaje, suaves al tacto, comodas, con bonitos colores y formas que hacian a estas
dos mujeres estar bellas y elegantes.

Las dos trabajaban casí todo el día, por tanto yo siempre estaba solo en casa, claro, menos
cuando estaba en la escuela, que también era casi todo el día, jjaajaj por desgracia.

Ya tenia curiosidad por descubrir y sentir, porque mis deseos, empezaban a cambiar, de aquel niño angelical
a querer ser toda una niñita, jijiji, que deseaba probarse y ponerse esa ropa, que duranteaños había visto ponerse a mi tía y madre delante de mi, admirandose de como le quedaban aquellos modelitos, aquellas combinaciones, medias, etc y viendo año tras año como mi ropa comparada con aquellos encajes y ligereza de tela no era la misma, que el deseo de años y años se había vuelto arrebatador, y ese deseo haría que a los 16 años, abriera esos armarios para mi, para verlas de cerca, para sentir su tacto, para
poseerlas con pasión y deseo.

Un día de verano, en la que estaba solo en casa, mi deseo bloqueo mi cerebro, mis piernas empezaban a temblar, mi corazón latía y latía en frenético ritmo que parecia que salia de mi cuerpo, me decidí, por fín a abrir esos armarios, y rebuscar y tocar
esa ropa que tanto ansiaba tener en mis manos.

Abrí el del dormitorio de mi madre, y lo primero q ví fue las cajoneras de la ropa interior, sujetadores u bragas de diferentes colores y estilos, estaban a mi alcance.

Empecé a tocar los sujetadores, cuidadosamente, sintiendo su textura, sus bordados, y me decidí a coger uno, ufffffff, que sensación, mis nervios se disparaban por todo mi cuerpo, estaba temblando de emoción, así que me lo puse por encima a ver como me quedaba, ufffff, jajajjjaaj, imaginaros un niñato, en un sujetador de una mujer, jajajjaj, me sobraba por todos los lados, pero aún así
me fuí a mirarme al espejo, y hacer posturitas para ver como me quedaba de bien.

Ví que con mi ropa de niño puesta era imposible notar y sentir nada, por lo que opte por desnudarme y así poder sentir esa ropa en mi cuerpo, y probar al fín como me sentaban.

Me estuve probando varios modelo y colores de sosten, y cada vez que me ponía uno, hacía mis posturitas de mujercita como lo hacía mi madre.

Pase al cajón de las braguitas, uffff aquello era como un volcan en mi interior, mi madre no era muy gruesa igual que mi tía, por lo que la ropa no es q me estuviera bien, para un niño de 16 años, pero se sostenian en mi cuerpo y eso es lo que pretendía, probarmela y notar la sensación de esaa los 16 años, era un niño delgado, estatura normal para mi edad, empezo miropa que tanto me gustaba.

Como decía, empece a ponerme sus bragas, de encajes, de colores, me quitaba y ponia una tras otra, haciendo juego de colores con los sujetadors, y tambien con los modelos, algunos tenian conjunción bragas-sujetador, y me miraba al espejo, caminaba, me sentaba, hacía posturitas, de manera que poco a poco me iba calentando, si jajajj mi pequeño pene, iba endureciendose poco
a poco sin saber la causa, solo sabía que me encantaba esa situación.

Por fín tenía lo que quería, lo que tantos años adoraba, lo que deseaba, ahora estaba en mis manos.

Era la primera vez que me decidia a hacerlo, y note que mi pene reaccionaba a esa sensación de placer y deseo que tenia, por lo que mi pene empezaba a rezumar, ese liquido viscoso y cristalino y opte por sacármelo de la braguita por si la manchaba, y mirándome al espejo, vestida con braga y sujetador, empece a tocarme y tocarme, ante mis nervios, de no saber que pasaba, pero una cosa si sabía, me encantaba, segui, segui, hasta que una cosa lechosa salio de mi pene, manchando mis manos y el suelo, y

ohhhhh !Dios tambien cayo en la braga de mi madre!.

Temblando y desnudandome deprisa, intente dejarlo todo como estaba, eso sí, la braguita me la lleve al lavabo, para intentar limpiarla la mancha. Con papel y agu jabonosa, intente limpiarla hasta lo que pude, y mojada y todo en la mancha la doble y volví a meterla en el cajón.

Despues con papel, tambien limpie el suelo, e intente dejarlo impoluto.

Esa fué, la primera vez, que decidí que me gustaba la ropa de chica y ahora tenía que pensar la forma de que mi madre y mi tía, se enteraran o sospecharan, pero esas seran otras historias.