Arrimón a Rusita y colaboración con colega chikan

Les voy a contar la deliciosa experiencia que tuve con una pinche rusita buenérrima, que andaba parando vergas por todo el centro con el cuerpazo que se cargaba en el pasado desfile del Día de Muertos. Ese desfile y los días de Halloween/Día de Muertos en Coyoacán, son garantía de deslecharse sobre extranjeritas deliciosas. Siempre es lo que más busco, blanquitas, guapas y con culos deliciosos. También cuando veo un colega ansioso de saborearse un manjar como esta rusita, me gusta echarles la mano.

Me costó un chingo de tiempo de estar siguiendo a la rusita por varias cuadras del centro, hasta que decidió quedarse quieta en un lugar a ver el desfile. Cuando por fin se detuvo un colega quiso quitármela, pero me aferré a ella, pues estaba deliciosa y no la iba a dejar ir tan fácil después de cazarla un buen rato, con paciencia.

Después de un rato de estarla encoxando, me saqué la verga y se la dejé ir duro entre las nalgas. No mames pinche chikaneada riquísima! Fácil de las mejores de mi vida, ella super dejada, con ese culazo y esa faldita la tela dejaba que le sintiera todo lo que se cargaba. Alternaba entre apuntarle la verga para que se le ensartara derechita entre sus nalgas y apretarle las nalgas. Ya más excitado, la empecé a agarrar de las caderas y jalar hacia mi bombeándola, hasta que me vine durísimo en su culito.

Ya que yo había eyaculado, bien rico en el culazo de esta viejota, seguía caliente y con ganas de más. Una diosa, así de buenota y cooperadora, no te las encuentras todos los días. Entonces, me separé un poco de ella para calentar motores para una segunda ronda, pero me quedé cerca para seguírmela comiendo con la mirada y que se me parara más rápido. En eso me di cuenta cómo un colega al lado de ella, babeaba de lo mucho que se le antojaba la deliciosa güerita. Se veía nerviosón, además estaba algo chaparro y no la alcanzaba a puntear bien con la verga. Sólo le veía repetidamente el culo y le pasaba, un poco, el dorso de la mano por sus nalgas; mientras con la otra, en la que traía la típica bolsita de plástico del chikan, se andaba frotando la riata.

Como lo vi medio nervioso, y ni siquiera estaba bien atrás de esta ricura, yo de buena onda, para ayudarle a taparlo y ya sabiendo lo dócil que era esta hermosa presa me acerqué y lo empujé de lado para que quedara bien atrás de ella y le dije cerca en voz baja: "Vas con todo, es bien dejada!". Pues, el compadre, ya bien pinche caliente se dejó venir con todo y le empezó a dar unas pinches magreadas de nalgas que hasta envidia me dieron, aunque ya la había tenido en mis manos. Cómo pudo se acomodó, para que a la rusita se le ensartara su verga, desde abajo hacia arriba. Hasta gusto me dió por el cabrón, aunque no se la quiso arrimar a pelo, pero pues cada quien puede manejar su diferente nivel de nervios.

Poco después de eso se veía que esto del desfile ya estaba terminando y vi pasar un par de jovencitas sabrosas que tenían mucho potencial para convertirse en mis siguientes víctimas de la tarde y ya no supe que pasó con él, pues preferí seguir enfocado en mi gozadera.